Bruselas, Bélgica. – La Unión Europea le pone el frente nuevamente a los alojamientos tipos Airbnb imponiéndole nuevas regulaciones que obligarían a propiegarios y a las plataformas a ser más transparentes.

De acuerdo con los argumentos lo que se busca es combatir las viviendas que de manera ilegal son utilizadas como alojamientos turísticos sin registrar y de esa manera poder desarrollar mejores políticas de acceso a la vivienda.

Una crítica permanente a las plataformas tipo Airbnb es que afectan el mercado de viviendas encareciendo los precios. Las medidas propuestas frenarían el impacto negativo que ese tipo de alojamientos turísticos tienen en los alquileres y en el acceso a la vivienda por parte de la población local.

La normativa aún no entra en vigor, pero ya desata un nuevo debate en torno a las plataformas de alojamientos turísticos sin registros legales ya que obligará a los propietarios a tener un número de registro público que tendrán que mostrar a los clientes y que les permitirá identificarse ante las autoridades.

Fue el jueves cuando los ministros de Competencia e Industria de la Unión Europea decidieron crear un registro comunitario de alojamientos turísticos de corta duración. Se refieren a los ofrecen plataformas como Airbnb para poder recopilar datos de los anfitriones y los clientes y así facilitar la armonización de los sistemas de los estados miembro.

Según las nuevas reglas, los Estados miembro que requieran datos de las plataformas deberán establecer una ventanilla única nacional para la transmisión de datos entre las plataformas de alquiler a corto plazo en línea y las administraciones públicas.

Así, toda casa, apartamento o habitación que se ofrezca en alquiler por un número limitado de días al año tendrá un número de registro para que las autoridades competentes puedan conocer la identidad del anfitrión. Además, requerirá que las plataformas de alquiler se responsabilicen de realizar controles aleatorios regulares para verificar que no haya declaraciones incorrectas de anfitriones o números de registro no válidos.

Ya en años previo a la pandemia La Comisión Europea y las autoridades de protección de los consumidores de la UE libraron una batalla con Airbnb para que la empresa adaptara sus cláusulas y condiciones a la normativa de protección de los consumidores de la UE y fuese transparente en su presentación de los precios.

Fomentar la igualdad de condiciones con hoteles

La nueva normativa pretende reducir los trámites burocráticos y los costos, tanto como para aquellas personas que deciden ofrecer alquileres como para las propias plataformas, al tiempo que brindará a las administraciones los datos que necesitan para regular esta actividad. Al mismo tiempo, la regulación favorecería la igualdad de condiciones con otros actores del sector turístico, tales como hoteles, hostales o apartahoteles, y ayudará a combatir el fraude.

Los Estados miembro deberán proporcionar la información necesaria para permitir que las autoridades públicas, las plataformas en línea, los anfitriones y los ciudadanos comprendan las leyes y los requisitos relacionados con la prestación de servicios de alquiler de alojamiento a corto plazo dentro de su territorio, entre los que se incluyen los procedimientos de registro y los requisitos relativos al acceso y la prestación de estos servicios.

La posición de Airbnb

Airbnb acogió positivamente las medidas anunciadas, pero pidió a la Unión Europea que analice las legislaciones locales, las que define como «desproporcionadas» y a las que ha acusa de «socavar el mercado único».