«Paisaje dominicano» de Miguel Núñez

spot_img

Cuéntalo a tus amigos que a mucha gente le gustan las bellas artes. Por eso compartimos contigo esta reseña de la Dirección General de Bellas Arte y su Obra del Mes “Paisaje dominicano” del artista Migue Núñez y lo que ella escribe Marianne de Tolentino, crítica de arte y directora de la Galería Nacional de Bellas Artes:

La naturaleza exuberante del Caribe ha sido propicia para que muchos pintores de la región tengan el paisajismo entre sus expresiones predilectas. Sucedió en la República Dominicana hasta el período contemporáneo, alejado del paisaje tradicional. Entre los pintores actuales hay sus excepciones, como Miguel Núñez, paisajista de campo y cordillera.

Sobre el pintor Miguel Núñez

Miguel NúñezMiguel Núñez pintor dominicano. nació en 1959 en Santo Domingo. Su compromiso artístico empezó desde la Escuela Nacional de Bellas Artes, que ha marcado su estilo, entre historia del arte y corrientes de la primera época de la modernidad.

Esta elección estilística, totalmente libre y personal, le ha marginado de las premiaciones en concursos y bienales, pero le aportó un gran éxito de instituciones, de encargos, de público en general.

Participa en colectivas y ha presentado algunas individuales, pero prefiere la intimidad del taller. Obra meticulosa en el dibujo, el color y la factura, domina el paisaje y los temas al aire libre. Ahora bien, el retrato le ha cosechado un éxito excepcional, casi como retratista oficial y de personalidades históricas.

Miguel Núñez asume su propia autonomía, entre realismo, romanticismo e impresionismo.

La obra

Es sobre la base de técnica mixta sobre tela. Mide 43.5 x 43.5 pulgadas y está expuesta en la Oficina de Acceso a la Información, Palacio de Bellas Artes.

Este paisaje, refinado y de composición perfecta, representa fielmente el impresionismo practicado en nuestro país. No utiliza el negro y glorifica la luz, excelentemente tratada: la claridad irradia desde el fondo hasta el primer plano.

Identificando el ambiente tropical, la riqueza de los verdes y los azules -cielo y montes- comunican lozanía y vitalidad, de la naturaleza dominicana. Las pequeñas estructuras de los bohíos señalan la presencia humana, así mismo las misteriosas figuras de espaldas y la sombrilla.

El dominio de la perspectiva y del espacio, que se destaca en la bien trazada vista campestre, transmite la sensación de distancia: nuestra mirada sigue “monte adentro”.

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Arte y Cultura

Artículos Relacionados: Explora el Encanto Caribeño

error: