Las playas que les mostramos a los turistas deben ser permanentemente acondicionadas para mantener la lucidez que una vez tenían como expresión del Caribe sano y virgen.
Y esta es la realidad de varias playas afectadas severamente por la erosión en Punta Cana.

Santo Domingo, Rep. Dominicana.- Los troncos de las matas de cocos con sus raíces afuera, el mar debajo de las casetas de vender a los turistas, la arena de las playas desapareciendo son las señales de que el cambio climático está afectando aceleradamente las playas del principal polo turístico del país, Punta Cana.

Es lo que se evidencia de los resultados preliminares del estudio “Cambio climático y los impactos antropogénicos en las playas de Punta Cana y Bávaro” desarrollan desde hace varios años la oceanógrafa puertorriqueña Maritza Barreto y el climatólogo dominicano Rafael Méndez Tejeda, con el apoyo de técnicos locales.

Esta semana Méndez Tejada adelantó al periódico Diario Libre parte de los hallazgos de la investigación. Asegura que sugieren que los frentes fríos que vienen desde el norte han influido en la erosión que presentan estos destinos costeros, especialmente en Uvero Alto y Bávaro.

“Uvero Alto tiene erosión, tiene erosión una playa que se llama Cortecito, que corresponde a Bávaro”, dice el climatólogo Rafael Méndez-Tejeda, de la Universidad de Puerto Rico. “Hay una erosión muy fuerte en el área de Arena Gorda, donde hay una población que tiene allí unos quioscos que van a tener evidentemente que desaparecer, que ya están dentro del agua, y la parte en la que menos erosión hemos visto, en este caso, es Juanillo y Punta Cana”, cita Diario Libre.

El estudio lo realizaron la oceanógrafa puertorriqueña Maritza Barreto y el climatólogo dominicano Rafael Méndez Tejeda, con el apoyo de técnicos locales

El Cambio Climático se evidencia

La investigación, que inició en marzo del año 2015 pasado y concluyendo este año e incluyó trabajos en el campo y a nivel histórico comparando fotos aéreas e imágenes de satélite.

Al inicio se crearon tres estaciones en cada una de las 10 playas, en las que trabajaron observando el ancho, la elevación y los sedimentos. Con las muestras de sedimentos determinaron los cambios el tamaño del grano y la composición de la arena, el cambio de la energía y de dónde viene la arena. Al finalizar han determinado el tamaño y la rapidez de la erosión de las playas

Examinaron mapas y fotografías de 1958, 1967, 1984, 2002, 2014, 2015 y 2016 y comprobaron que ha habido un aumento en la incidencia de frentes fríos que llegan del norte.

Méndez Tejada explicó que los frentes fríos que vienen del norte acá generan un oleaje mayor, porque un frente frío es un núcleo grande de aire frío que pesa mucho y ejerce presión sobre los océanos, y genera un oleaje grande en la costa, y en la costa hemos encontrado que sí se ha producido impacto debido a la erosión”, detalla.

“Básicamente, la mayor erosión que nosotros tenemos se incrementa cuando tenemos frentes fríos; los frentes fríos son por el cambio climático”, afirma.

Los hoteles cerca del mar ayudan a la erosión

De acuerdo con las explicaciones de Méndez Tejada que si bien se ha constatado en el Caribe un crecimiento de entre 12 a 15 milímetros del nivel del mar por año, considerado muy alto, la actividad humana empresarial tiene una gran responsabilidad en la erosión. Se refiere a las construcciones sin respetar el límite de 60 metros de ancho en la playa y la eliminación de mangles y dunas que bloquean el oleaje.

“Los hoteles que se han construido lejos de la línea de costa, cuando hay evento de marejada ciclónica o evento de frente frío se pueden erosionar, pero cuando eso pasa, esa arena puede regresar, pero si tú has tenido una construcción dura, un muro o algo por el estilo, esa arena no va a regresar y el impacto lo va a tener”, dice el profesor en las declaraciones que reseña hoy el Diario Libre.

No le convencen los geotubos en las playas

Otra acción que cuestiona es la instalación por la gerencia de hoteles de geotubos en las playas. Estos instrumentos tienen entre 10 y 15 metros de largo y una altura de un metro o metro y medio. Se colocan con el objetivo de evitar que el oleaje impacte la costa.

“Creo que en algunos casos podrían funcionar, a mí no me gustan, pero esos tubos los llenan de arena, en algunos casos los llenan de arena de ahí mismo, por tanto lo que están es debilitando el fondo marino y luego eso se pone feo, además la ola choca, pero se rebota por otro lado”, dice.

A su juicio, hay que hacer una investigación más profunda sobre su efectividad.

Alertas para Punta Cana

Méndez-Tejeda considera que se han cometido errores en la expansión de Punta Cana, pero muchos se pueden corregir o prevenir en nuevos proyectos. Entiende que hay desarrollos hoteleros que no cuentan con estudios sustentados en una buena base de datos de valores climatológicos y en la opinión de expertos.

Reveló que la pasada semana sostuvo una reunión con representantes de hoteles del este a quienes compartió hallazgos del estudio.