Brasilia, Brasil. – La Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil (ANAC) suspendió hoy por razones de seguridad las operaciones de la aerolínea Voepass que en agosto registró un accidente con 62 muertos en el interior de Sao Paulo.
La decisión se produce aproximadamente siete meses después de un devastador accidente cerca de São Paulo que causó la muerte de las 62 personas a bordo, convirtiéndolo en uno de los desastres aéreos más mortíferos de 2024.
La suspensión supone otro duro golpe para Voepass, que ya afrontaba dificultades financieras. El mes pasado, la aerolínea solicitó una reestructuración de su deuda, una medida que podría derivar en la protección contra la quiebra.
Investigación de accidentes y preocupaciones de seguridad de larga data
El 9 de agosto, el vuelo 2283 de Voepass, un ATR-72 que viajaba de Cascavel a São Paulo, se estrelló en la localidad de Vinhedo. Un informe preliminar indicó una posible acumulación de hielo en la aeronave, pero no estableció una causa definitiva.
Incluso antes del accidente, Voepass había llamado la atención de los organismos reguladores por sus preocupaciones de seguridad. En octubre, la ANAC ordenó a la aerolínea tomar medidas correctivas, incluyendo la reducción de su red y el aumento del tiempo de mantenimiento de las aeronaves. Sin embargo, una nueva ronda de inspecciones a finales de febrero reveló lo que la ANAC describió como un «deterioro» en el sistema de gestión de la aerolínea y un «incumplimiento sistemático de los requisitos regulatorios».
«La decisión de la ANAC se debe a la incapacidad de Voepass para resolver las irregularidades detectadas durante la supervisión, así como a la violación de las condiciones previamente establecidas para que las operaciones continúen dentro de los estándares de seguridad requeridos», indicó la agencia.
La calificación de seguridad se desploma después del accidente
Antes del accidente, AirlineRatings había asignado a Voepass una calificación de seguridad de 5/7, lo que reflejaba la preocupación previa por incidentes relacionados con los procedimientos de seguridad. Sin embargo, tras el accidente y las investigaciones posteriores sobre sus fallos de seguridad, la calificación de la aerolínea se redujo drásticamente a 1/7 —una de las puntuaciones más bajas posibles— debido a los crecientes problemas de seguridad operativa.
Voepass defiende su historial de seguridad en medio de la suspensión
Voepass reconoció haber recibido la orden de suspensión y se comprometió a demostrar el cumplimiento de las normas de seguridad.
«La compañía reitera que su flota está en condiciones de volar y es capaz de realizar vuelos cumpliendo estrictos estándares de seguridad», afirmó Voepass.
La aerolínea, la cuarta más grande de Brasil, opera aviones turbohélice ATR y poseía menos del 1% del mercado nacional. Antes de la suspensión, contaba con seis aviones que operaban en 15 destinos, además de dos contratos de vuelos chárter.
Los reguladores presionan para una supervisión más estricta
El Ministerio de Puertos y Aeropuertos de Brasil respaldó la decisión de ANAC, enfatizando que la suspensión es necesaria para mejorar la gobernanza de Voepass y fortalecer la seguridad de la aviación en el país.
Por ahora, Voepass permanece en tierra, enfrentando un futuro incierto mientras los reguladores y expertos de la industria examinan su capacidad para cumplir con los estándares de seguridad requeridos.