
Washigton, EE.UU. – El vuelo 5342 de American Eagle, operado por PSA Airlines con un avión regional Bombardier CRJ700, chocó en pleno vuelo con un helicóptero Sikorsky H-60 Black Hawk del ejército estadounidense cerca del Aeropuerto Nacional Reagan el miércoles por la noche.
El avión de pasajeros, que transportaba a 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación, se aproximaba a la pista 33 aproximadamente a las 8:53 pm hora local cuando se produjo el accidente. El vuelo había despegado de Wichita, Kansas, antes de precipitarse en el río Potomac tras la colisión.
Según las autoridades, la policía y los equipos de rescate han recuperado varios cadáveres del río, aunque no se ha publicado ningún recuento oficial de víctimas. Barcos de bomberos y buzos de la policía estatal de Maryland se encuentran en el lugar realizando operaciones de búsqueda y rescate.
La gran operación para rescatar a 64 personas de los restos de un avión de pasajeros y un helicóptero militar en el río Potomac es ahora una operación de recuperación y no se esperan sobrevivientes, dijeron las autoridades.
El helicóptero Black Hawk del ejército estadounidense, en el que viajaban tres soldados, no transportaba a ningún VIP en el momento de la colisión. Los funcionarios de Defensa han confirmado que el helicóptero formaba parte de la flota del ejército.
El accidente provocó el cierre del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington y los vuelos se desviaron al Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore-Washington.
La Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) han iniciado una investigación, encabezada por la NTSB. Las autoridades confirmaron que la colisión ocurrió en uno de los corredores aéreos más sensibles y complejos del país, una zona cercana a lugares de alta seguridad como la Casa Blanca, el Capitolio de los Estados Unidos y el Pentágono.
Las condiciones meteorológicas en el momento del accidente eran despejadas y la visibilidad era de 16 kilómetros. El presidente Donald Trump ha sido informado de la situación y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que el Departamento de Defensa está siguiendo de cerca los acontecimientos.
El accidente ha reavivado las preocupaciones sobre la seguridad en el Aeropuerto Nacional Reagan, que ha sufrido una serie de accidentes durante el último año que involucraron tanto a aeronaves comerciales como privadas. Los funcionarios y los legisladores habían advertido previamente que el tráfico pesado del aeropuerto y las limitaciones operativas podrían provocar incidentes catastróficos.
Según los detalles hasta ahora conocidos, el audio de la torre de control del tráfico aéreo podría proporcionar pistas sobre lo que ocurrió justo antes del desastre de anoche.
“Pat 25, ¿tienes el CRJ a la vista?”, le había preguntado la torre del DCA al helicóptero, y luego le indicó que pasara detrás de él. Poco después, el audio captó las reacciones de sorpresa de la torre.
Ambos chocaron y el avión se rompió en dos pedazos tras el impacto y ambos cayeron al río Potomac.
“Sin duda, hablo en nombre de los habitantes de Washington, 700.000 de nosotros, que estamos profundamente apenados por las familias que están sufriendo pérdidas esta noche”, dijo la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, según reporte de NBC Noticias.
A la hora de cierre de esta publicación las agencias de noticias seguían actualizando los detalles del accidente.