Santo Domingo, RD 16 de nov. 2021. – La Ciudad Colonial de Santo Domingo vuelve a vibrar poco a poco en su agenda artístico cultural y muestra de ello es el reinicio de los Domingos de Bonyé en las ruinas de San Francisco.
El Ministro de Turismo, la primera dama, Raquel Arbaje y la alcaldesa Carolina Mejía asistieron al reinicio de los domingos de Bonyé, actividad cultural obligada para todo dominicano o todo turista que esté en Santo Domingo.
El Grupo Bonyé regresó a la escena y se reunió con su público después de un largo tiempo, debido a las restricciones por la pandemia de la COVID-19.
La primera dama Raquel Arbaje al llegar al evento, manifestó la alegría que sentía y agradeció al Grupo Bonyé por poner en alto el folclore dominicano y ser marca país.
“Esta es la esencia de los dominicanos, gracias por su paciencia y espera, ahora es el momento de disfrutar sanamente de todo los que ustedes son y lo que ofrece el Grupo Bonyé”, expresó Arbaje.
De su lado, el ministro, David Collado, destacó que el presidente Luis Abinader y el gabinete de Turismo y cree firmemente en el turismo cultural y urbano, asimismo, resaltó que por primera vez una primera dama asiste a un evento como este.
Precisó que tenían peticiones de todos los ciudadanos para que esta actividad cultural y urbana volviera a iniciar.
“Hoy el Ministerio de Turismo quiere llevar alegría a la Ciudad Colonial”, agregó Collado.
Del mismo modo, la alcaldesa Carolina Mejía agradeció al gabinete de Turismo por permitir que los dominicanos vuelvan a disfrutar de esta tradición en víspera de Navidad.
El Grupo Bonyé hizo homenaje a la bandera nacional.
Allí estaban llenos de energía los integrantes de la popular agrupación Bonyé Chino Méndez, Franklyn Soto, Félix Báez, Néstor Sánchez y Roberto Bobadilla, quienes han llevado alegría a los corazones dominicanos cada domingo con sus conciertos.
Bonyé, declarado Bien Músico Cultural de Santo Domingo, tenía ya 12 años tocando de forma ininterrumpida en las Ruinas de San Francisco cada domingo de 6:00 a 10:00 de la noche, donde reunía un promedio de 3,000 personas en cada presentación.
