Madrid, España. – La guerra en Israel está provocando un impacto descrito como «devastador para el turismo», peor que el provocado por la pandemia pues implica una caída de la industria de más del 80% a pesar de la reanudación de los vuelos internacionales, cifras que reflejan un desalentador panorama para el sector.
Este lunes la prensa internacional destaca que la comunidad internacional en pleno ha coincidido en la ONU, durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad solicitada por Israel, en un llamamiento a evitar la escalada en Oriente Medio, a la que se sumó incluso Irán.
Sin embargo, el embajador de Israel, Gilad Erdan, respondió que nadie tenía derecho a pedir a su país “quedarse de brazos cruzados” tras el ataque con drones y misiles lanzado en la noche del sábado por Irán contra Israel y los territorios que ocupa en Palestina y Siria, y agregó: “Somos una nación de leones”, de acuerdo con EFE Noticias.
Lejos de una solución el conflicto se amplia en la región. De acuerdo con los reportes de este lunes de la Agencia de Noticias EFE, El número total de muertos en la Franja de Gaza desde el estallido de la guerra el pasado 7 de octubre llega ya a 33.797 tras sumarse otros 68 fallecidos por bombardeos israelíes en las últimas 24 horas, según informó este lunes el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.

En febrero de este año, el país recibió apenas 68,100 turistas, una cifra insignificante en comparación con los 319,100 visitantes que registró en el mismo mes del año anterior. Esta drástica reducción ocurre a pesar de la recuperación del tráfico aéreo y sugiere que los efectos de la guerra actual han eclipsado las consecuencias que tuvo la pandemia en el sector turístico.
De acuerdo con un análisis del laboratorio de ideas Tourism and Society Think Tank (TSTT) en coordinación con la kairo Consulting y Onu Turismo, en marzo, la situación no mostró signos de mejora, con menos de 80,000 visitantes ingresando al país, lo que representa una caída cercana al ochenta por ciento en comparación con las cifras anteriores. Esta disminución tiene consecuencias devastadoras para los numerosos negocios que dependen del flujo turístico, desde hoteles y restaurantes hasta tiendas de recuerdos y servicios de transporte local.
A pesar de que en febrero y marzo las principales aerolíneas internacionales, a excepción de algunas como Ryanair, una importante proveedora de vuelos low cost, reanudaron sus operaciones hacia Israel, la respuesta de los viajeros ha sido tibia. Las compañías aéreas locales, El Al, Arkia e Israir, han mantenido sus operaciones sin interrupciones a lo largo de este período tumultuoso, aunque enfrentan una disminución significativa en la demanda.
Además, la situación interna en Israel también refleja un cambio en los patrones de viaje de los residentes. Comparando las cifras de viajeros que salieron del país en los primeros meses del año pasado con las de este año, se observa una caída dramática: 1,040,600 personas viajaron al exterior en 2024, frente a los 1,919,300 del año pasado, indicando que aproximadamente la mitad de los israelíes que viajaron en 2023 han optado por quedarse en casa este año.
El sector hotelero, en particular, está sintiendo el peso de esta crisis prolongada. Los hoteleros, que ya venían sufriendo ocupaciones bajas durante la pandemia, ahora enfrentan un escenario aún más desalentador debido al conflicto bélico. Esta situación pone en riesgo la viabilidad a largo plazo de muchas empresas y amenaza con alterar de manera permanente el paisaje turístico del país.
Este contexto adverso plantea un desafío significativo para las autoridades y los empresarios turísticos en Israel, quienes deben encontrar estrategias para mitigar el impacto de la guerra en un sector ya vulnerado por años de dificultades.
La recuperación del turismo en Israel requerirá no solo de una estabilización del contexto de seguridad, sino también de esfuerzos concertados para restaurar la confianza de los viajeros internacionales y promover la imagen de Israel como un destino seguro y acogedor.