Santo Domingo, RD. – Cada 16 de junio, el mundo se une para celebrar el Día Internacional de las Tortugas Marinas, una fecha crucial que nos invita a reflexionar sobre la importancia vital de estas criaturas milenarias y su precaria situación actual, que aquí en el país, pese a estar protegidas, siguen en estado de peligro de extinción por la depredación humana en las playas dominicanas.
Para la República Dominicana, un país bendecido con extensas costas que sirven como santuarios de anidación para varias especies, esta conmemoración es un recordatorio urgente de su rol como protectora de estos viajeros del océano y de su potencial como destino de ecoturismo responsable.
Se conocen cuatro especies de tortugas marinas en las playas y mares de nuestra isla, La Española. Estas son: el carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga verde (Chelonia mydas), el tinglar (Dermochelys coriacea) y la caguama (Caretta caretta).
Las Tortugas Marinas: Pilares de la Biodiversidad Marina
Las tortugas marinas no son solo animales fascinantes. Está demostrado que son ingenieras de los ecosistemas marinos, fundamentales para la salud de nuestros océanos y, por ende, para la vida en la Tierra.
Estudios demuestran que su impacto en la biodiversidad es inmenso:
Salud de Pastos Marinos y Arrecifes: Tortugas como la tortuga verde (Chelonia mydas) pastan en los lechos de algas marinas, lo que mantiene su salud y productividad, esenciales para numerosas especies de peces y como «sumideros» de carbono. Las tortugas carey (Eretmochelys imbricata) se alimentan de esponjas en los arrecifes de coral, ayudando a controlar su crecimiento y promoviendo la salud del arrecife.
Ciclo de Nutrientes: Al alimentarse en diferentes ecosistemas y migrar largas distancias, contribuyen a la transferencia de nutrientes entre los fondos marinos y la superficie, y de los océanos a las playas (a través de los huevos no eclosionados).
Equilibrio de Especies: Como depredadores, ayudan a mantener el equilibrio de las poblaciones de sus presas, previniendo la proliferación de ciertas especies que podrían desestabilizar el ecosistema.
Ecoturismo y Conservación: Un Potencial por Explorar

La presencia de tortugas marinas ofrece un inmenso potencial para el turismo ecológico en destinos como la República Dominicana. La observación responsable de tortugas, ya sea durante su anidación o mientras nadan en su hábitat natural, puede ser una experiencia inolvidable y educativa que:
Promueve la Conciencia: Educar a los visitantes sobre la importancia de la conservación marina y los desafíos que enfrentan estas especies.
Genera Ingresos Locales: Ofrecer oportunidades de empleo y beneficios económicos a las comunidades costeras que participan activamente en programas de protección.
Incentiva la Protección: Demostrar que los ecosistemas sanos, con especies carismáticas como las tortugas, tienen un valor económico y que su conservación es rentable.
Diversifica la Oferta Turística: Atraer a un segmento de viajeros interesados en la naturaleza y la sostenibilidad, complementando la oferta de sol y playa.
La Situación en República Dominicana: Santuario y desafío

La República Dominicana es un sitio de anidación crucial para al menos cuatro de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo: la tortuga carey (en peligro crítico), la tortuga verde (en peligro), la tortuga caguama (en peligro) y la tortuga tinglar o laúd (en peligro crítico).
Las playas del este y el sur del país, así como algunas zonas del norte, son vitales para su reproducción. El estado dominicano emitió el decreto 285-23 que prohíbe la captura, matanza, recolección de huevos y comercialización de tortugas marinas, de las siguientes especies: Tortuga verde, Chelonya midas, Carey, Eretmochelys imbricatta, y tinglar, Dermochelys coriácea.
La medida estableció una veda por 10 años, para la captura, matanza, recolección de huevos y comercialización de tortugas marinas. Entre ellas, conocidas por su nombre común, están la tortuga verde, carey, guacamo y tinglar. El referido decreto establece que se prohíbe la manufactura, comercio y venta de artesanías elaboradas con conchas de las tortugas ya mencionadas.
El año pasado se celebró en la ciudad ecuatoria de Manta la XI Conferencia regional de las Partes de la (COP11-CIT) que cerró con un llamado a la acción renovado y un compromiso firme por parte de los países miembros para salvaguardar las tortugas marinas y sus ecosistemas. Aquí, la República Dominicana junto a los países participantes, firmó el llamado a la acción y a la colaboración para proteger a los quelonios y sus entornos.
A pesar de su importancia, la situación actual de estas especies en el país es desafiante:
Amenazas persistentes: La pérdida de hábitat por el desarrollo costero, la contaminación lumínica en las playas de anidación (que desorienta a las crías), la captura incidental en redes de pesca (bycatch), el consumo ilegal de carne y huevos, y la contaminación por plásticos, siguen siendo grandes amenazas.
Impacto del Cambio Climático: El aumento de las temperaturas oceánicas y el cambio en los patrones de tormentas afectan los sitios de anidación y pueden alterar la proporción de sexos de las crías (temperaturas más altas producen más hembras, lo que a largo plazo podría afectar la capacidad reproductiva).
Esfuerzos de Conservación: Afortunadamente, en la República Dominicana existen numerosas iniciativas y organizaciones dedicadas a la protección de las tortugas marinas. Fundaciones como FUNDEMAR, el Grupo Jaragua, y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales trabajan en programas de monitoreo de nidos, rescate de crías, educación ambiental y sensibilización comunitaria en áreas clave como Samaná, Barahona y las islas Saona y Catalina.
Las tortugas marinas y su potencial para el turismo

En este Día Internacional de las Tortugas Marinas 2025, el mensaje para la República Dominicana es claro: nuestras costas son un tesoro global para estas especies. Protegerlas no es solo un deber ecológico, sino una inversión en nuestro propio futuro, en la salud de nuestros océanos y en el desarrollo de un turismo más consciente y sostenible que beneficie a todos.
Las tortugas marinas son un atractivo turístico clave en el país y todo el Caribe generando ingresos para las comunidades locales a través del ecoturismo y actividades de observación. Además, su presencia es vital para la salud de los ecosistemas marinos, ya que ayudan a mantener los pastos marinos y arrecifes de coral, que a su vez benefician a otras especies marinas y a la pesca.
La observación de tortugas marinas durante sus migraciones o anidación atrae a turistas interesados en la naturaleza y la vida silvestre, generando ingresos para hoteles, restaurantes y operadores turísticos locales.
Bucear o hacer snorkel con tortugas marinas es una experiencia popular entre los turistas, lo que impulsa el turismo de aventura y deportes acuáticos.