Cada 21 de enero República Dominicana celebra como fiesta nacional el día de La Altagracia, cercano al natalicio del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, genera unos asuetos propicios para vacacionar en el país.
Este 21 de enero será domingo por lo que el Día de la Altagracia, no producirá un fin de semana largo, sin embargo sí lo será el fin de semana siguiente, pues el Día del Natalicio de Duarte cae viernes y se traslada hacia el lunes 29 permitiendo un asueto de tres díasde acuerdo con la Ley 139-97.
La Altagracia, matrona de muchos pueblos americanos
A advocación mariana tiene muchas formas en República Dominicana, como igual ocurre en todas las sociedades católicas. La Altagracia y Las Mercedes son las más importantes en este país, seguidas de Fátima, del Carmen, de los Dolores. Guadalupe en México, Luján en Argentina, Del Carmen de Maipú en Chile, Señora de Chiquinquirá en Colombia, Nuestra Señora de los Ángeles en Costa Rica, Caridad del Cobre en Cuba, Notre Dam Du Cap en Canadá, Copacabana en Bolivia, La Aparecida en Brasil, Señora del Quinché en Ecuador. Así va cambiando de cultura cristiana en cultura cristiana.
Protectora de guerreros y del Pueblo Dominicano

La Altagracia, en el más alto grado sagrado en la costumbre cristiana es la virgen Protectora del Pueblo Dominicano. Por razones propias de las advocaciones, la misma Madre de Jesús, pero en su papel de Mercedes, es decir, de su gracia y favor de Dios, es la Patrona de todo el país.
La adoración a la Virgen de La Altagracia, se reforma a la época colonial en el desarrollo de la primera ciudad del nuevo mundo, desde donde se extendió a todas las Américas.
La historia refiere que el 12 de mayo de 1512 fue erigida en parroquia la villa de Salvaleón de Higüey por el obispo de Santo Domingo, García Padilla. Justo para esa época, se instalaron en Higüey los hermanos Alonso y Antonio de Trejo, naturales de Plasencia, en Extremadura (España), quienes fundaron un trapiche para producir azúcar. Al mudarse estos hermanos a la villa de Higüey, trajeron consigo la imagen de la Virgen de la Altagracia y, más tarde, la ofrecieron a la parroquia para que todos pudieran venerarla.
De acuerdo con los cronistas, Antonio Cuesta Mendoza escribe en el tomo II de su Historia Eclesiástica de Puerto Rico: “De muy antiguo debió haver devotos en esta advocación pues ya para el 1647 le habían erguido una ermita particular [en la villa de San Blas de Coamo]”. De hecho, hay evidencia de que esta capilla ya estaba construida para el año 1622, o posiblemente desde antes.
De la batalla de las flechas a la Sabana Real de la Limonade

Las fiestas de las Mercedes se fija cada 24 de septiembre para celebrar el triunfo de las tropas españolas en la batalla contra taínos en los primeros años de su llegada a la isla. Para frenar un levantamiento taíno y justificar la matanza de aborígenes por parte de los colonizadores, los historiadores cristianos hispanófilos crearon el mito del milagro ocurrido en el Santo Cerro.
La batalla de la Vega Real, también llamada batalla del Santo Cerro o batalla de Jáquimo, tuvo lugar el 27 de marzo de 1495 en la isla de La Española entre una alianza aborigen y las fuerzas castellanas, comandadas por Cristóbal Colón, Bartolomé Colón y Alonso de Ojeda, con la ayuda de aborígenes de Guacanagarix.
Del Santo Cerro en La Vega la historia del terremoto en Santo Domingo
Siendo Gobernador de La Española Don Diego Gómez de Sandoval, el 8 de septiembre de 1615 ocurrió un fuerte terremoto (de grado IX en la escala de Mercalli) en la isla, con numerosas réplicas durante por lo menos 40 días. La ciudad de Santo Domingo fue severamente afectada, muriendo alrededor de 24 personas. Entonces el Cabildo de Santo Domingo declaró a la Virgen de las Mercedes “Patrona de La Española“.
En 1690, los españoles encabezados por Antonio Miniel invadieron el territorio del Oeste y el 21 de enero derrotaron a los franceses en la histórica batalla de la Sabana Real de la Limonade, pereciendo el gobernador francés Cussy en la acción y retirándose luego los españoles a Santiago.
Como las tropas procedentes del Este de la isla elevaron sus plegarias a Nuestra Señora de la Altagracia la víspera del combate, al verse triunfantes iniciaron la celebración de su fiesta religiosa en ese día (21 de enero), en vez del 15 de agosto, costumbre que se ha mantenido a través de las generaciones hasta nuestros días.
Su culto se celebraba en los aniversarios del mencionado terremoto, 8 de septiembre. En 1740, por Real Cédula, su festividad fue cambiada para el 24 de septiembre.
Con la Independencia nacional, en 1844, la Virgen de las Mercedes fue declarada como Patrona de la República Dominicana. En el país, su santuario se encuentra en un pequeño cerro, el Santo Cerro, a cuyo pie se encontraba la antigua ciudad de La Concepción de La Vega (La Vega Vieja).
La devoción mariana de la Altagracia fruto de otra batalla

Corría el 1690 cuando tropas españolas dirigidas por Antonio Miniel invadieron el territorio del Oeste donde hoy es Haití y justo el 21 de enero de 1961 tropas españolas al mando del Gobernador Francisco Segura Sandoval derrotaron a fuerzas francesas en la batalla de Sabana Real de la Limonade.
Cuentan los historiadores que las tropas procedentes de la parte española de la isla habían elevado plegarias a Nuestra Señora de la Altagracia la víspera del combate. A María de la Alta Gracia le ofrecieron que si salían vivos de la batalla, harían que se conociese esa advocación mariana. Como ganaron la batalla comenzaron a celebrar como «aguiluchos campeones en medio del toque de queda», y así comenzó la devoción mariana cada año el 21 de enero cambiando la fiesta anual del 15 de agosto en Higuey.
En agosto próximo se cumplirán 102 años de la coronación de la imagen de la Virgen de la Altagracia, que tuvo lugar en la ciudad de Santo Domingo durante el periodo de la ocupación militar americana (1916-1922).
Santuario de San Dionisio
La parroquia fue erigida por decreto del Primer Obispo de Santo Domingo, Fray García de Padilla el 12 de Mayo de 1512. Siendo ya parroquia por esta fecha hay que pensar que el culto de la Virgen Santísima, bajo cualquier advocación comenzó ya en esos días, lo qué unido a la vecindad de los hermanos Trejo por aquellos años hace pensar que el culto de Nuestra Señora de la Altagracia con carácter popular no está muy distante de aquellos primeros tiempos.
La histórica villa de Salvaleón de Higüey, fundada hacia fines el año 1 5030,) por Juan de Esquivel, conquistador de Jamaica y blasonada con escudo real concedido por la reina de España Doña Juana, tiene el Primer Santuario de María en América.
El actual templo de mampostería se comenzó a edificar a mediados del siglo XVI por el Canónigo don Alonso de Peña y el Mayordomo don Simón de Bolívar, quinto abuelo del Libertador de la América del Sur. Esta sólida construcción que ha resistido inconmovible como una roca todas las inclemencias del tiempo, tiene una sola nave, sobria con techo en forma abovedada, que sostienen cinco arcos, de elegante y sencilla robustez. La cúpula forma una media naranja completa y una concha cobija el sitio que ocupa el altar mayor. Una estrella formada de piedra es la decoración de la cúpula; en los arcos lucen incrustados en serie hermosos rosetones.
Luego de muchos años abandonado su remozamiento se terminó en el 2022 y celebrado con un acto encabezado por el presidente de la República y el obispo de la diócesis de La Altagracia, Jesús Castro Marte.